Ridley Scott debería ganar por fin el Oscar

Director Ridley Scott and Joaquin Phoenix on the set of Apple Original Films and Columbia Pictures theatrical release of NAPOLEON. Photo by: Aidan Monaghan

Que el Oscar a la mejor película no coincida con el premio a su director no deja de ser sorprendente. ¿La mejor película del año no la ha dirigido el mejor director del año? No es lo habitual, pero pasa. En sus casi 100 años de historia de los premios de la Academia de Hollywood, esta aparente anomalía se ha dado en casi 30 ocasiones. Las más escandalosas, cuando ganó Rebeca (1940) y no su director Alfred Hitchcock, el año de El mayor espectáculo del mundo (1952) pero Cecil B. DeMille sin premio, y el de Gladiator (2000), con Ridley Scott de vacío.

Los dos primeros nunca ganaron el Oscar al mejor director y el tercero se lo puede llevar, por fin, en esta próxima edición por Napoleón. Se lo merece. Él no se queja porque mira a su alrededor y hay casos peores: Argo (2012) mejor película y su director Ben Affleck ni siquiera nominado.

Scott ha sido candidato al Oscar en tres ocasiones. El año de Thelma & Louise (1992) se lo llevó Jonathan Demme por El silencio de los corderos. Nada que objetar. El de Gladiator se enfrentaba con un poderoso Steven Soderbergh, pues estaba nominado por partida doble, Erin Brockovich y Traffic, y lo ganó por la segunda. Y el de Black Hawk derribado (2002) poco pudo hacer pues la película no estaba nominada al premio principal y tenía enfrente a cuatro auténticos pesos pesados: Ron Howard, David Lynch, Robert Altman y Peter Jackson. Ganó el primero de ellos.

Napoleón es una superproducción como las de antes, rodada en decorados, con extras de carne y hueso y batallas sobre el terreno. Hay efectos visuales, pero la sensación es que estamos ante un espectáculo épico rodado como se hacían antes las películas, como la hubiera hecho Stanley Kubrick. 

La vida del Emperador francés fue el proyecto soñado por el director de Eyes Wide Shut (1999). En sus propias palabras, esa fue la película que siempre quiso rodar. Un proyecto en el que estuvo trabajando desde 1968 hasta 1971, año en que abandonó su sueño tras recopilar miles de documentos y fotografías y estudiar todo tipo de detalles (armas, uniformes, batallas) sobre Napoleón y sus hazañas.

Ridley Scott está ahora en pleno rodaje de Gladiator 2, otra superproducción y una de las películas más esperadas de 2024.

“Siempre estoy interesado en probar cosas nuevas que no se han hecho antes, por lo que no veo la hora de poder probar mi suerte con un musical, un western y una de piratas”, dijo en cierta ocasión el cineasta que presume de que “nada me estresa en este mundo. 4.000 anuncios, 30 películas y 200 producciones. Sé darle a la pelota me la tiren por donde me la tiren”. Quizá por eso Scott ha confesado que la persona que más admira en el mundo es Roger Federer.

Napoleón se estrena el 24 de Noviembre, seis días antes de que Ridley Scott cumpla 86 años.

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