El Hombre Lobo

25 de octubre de 2024 en cines

Dirigida por Leigh Whannell

Guión Leigh Whannell, Corbett Tuck, Lauren Schuker Blum y Rebecca Angelo.

Reparto Christopher Abbot

Por qué hay que verla

El «Dark Universe», un intento por parte de Universal de «resucitar» para el cine sus grandes clásicos de terror (Drácula, Frankenstein, El Hombre Lobo, La Momia, el doctor Jekyll) sigue su marcha tras La momia (2017), con Tom Cruise, y El hombre invisible (2020), con Elisabeth Moss.

La Momia era una superproducción y fue un fracaso. El Hombre Invisible fue una película pequeña y se convirtió en un éxito. Moraleja: Leigh Whannell, su director, es ahora el encargado de llevar a buen puerto este Hombre Lobo.

En un primer momento se habló de Justin Lin como director y de Ryan Gosling como protagonista, pero ambos se bajaron del proyecto. Como lo hizo el cineasta Derek Cianfrance. Los rumores apuntaron también a Dwayne Johnson en el papel principal.

Al final, es el actor Christopher Abbot (Pobres criaturas) quien se hizo con el codiciado personaje, aunque Gosling se quedó como productor ejecutivo. Jason Blum es el productor de la película a través de su compañía Blumhouse.

Se llama Lawrence Talbot y las noches de luna llena se transforma en lobo. La película de 1941, protagonizada por Lon Chaney Jr., convirtió en mito del cine un personaje que siempre ha dado mucho juego. Incluso la versión de 2010 dirigida por Joe Johnston con Benicio del Toro, Anthony Hopkins y Emily Blunt, tan vapuleada incluso por su propio director, se merecía mejor suerte de la que tuvo porque no estaba nada mal (aunque sólo fuera por la breve aparición de esa gitana Maleva interpretada por Geraldine Chaplin).

Johnston llegó a declarar que aceptó el proyecto porque necesitaba dinero. «Es la única vez en mi carrera que he dejado que las finanzas influyan en mi elección de proyectos. El dinero es siempre una razón equivocada para hacer algo que requiere una apasionada devoción. La producción fue como un barco agujereado, sin timón, en una tormenta perfecta. Tuve que enfrentarme a malas decisiones, luchas internas, el hecho de que los productores no quisieran hacerse responsables de nada, y sobre todo la presencia de muchos cocineros no cualificados en la cocina. De todas formas, la culpa de que saliera mal es mía porque yo era el director».

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