El hijo de Jack Nicholson y su “Deseo Ardiente” por Diane Kruger

Nació un 20 de febrero de 1992 en Los Ángeles y sus padres, Jack Nicholson y Rebecca Broussard, eran famosos. Un hijo de Hollywood al más puro estilo. Algunos hombres buenos (A Few Good Men) se rodó entre el 21 de octubre de 1991 y el 30 de enero de 1992, así que cuando Ray Nicholson vino al mundo, su padre acababa de terminar esta excelente película donde gritaba ese escalofriante “sí, por supuesto que lo hice, joder, ordené el Código Rojo”. Estaba a punto de cumplir 55 años y quería poner a su nuevo hijo (el quinto de un total de seis con cinco mujeres distintas) el nombre de Landslide (Desprendimiento de tierras). No le dejaron, suponemos que Rebecca Broussard, y se quedó con el mucho más convencional de Raymond.

Ray Nicholson empezó en el cine siendo un adolescente y ha tenido pequeños papeles en Una joven prometedora (Promising Young Woman) (2020) y Licorice Pizza (2021).

En Out of the Blue (Deseo Ardiente) (2022) es absoluto protagonista y se queda enganchado a la mujer fatal interpretada por Diane Kruger, 15 años mayor que él.

La primera vez que la ve, ella está en una playa salvaje de Rhode Island. Se llama Marilyn y, efectivamente, es “una mujer en la playa”, como Joan Crawford en la película con ese título de 1955.

Connor, como se llama el protagonista, es un expresidiario que trabaja en una biblioteca ordenando libros, hace footing por los senderos boscosos de la zona y, a partir de ese encuentro, se puede decir que el pobre chico ha firmado su destino. Connor cae en la telaraña de la mujer fatal, como antes cayeron Ned Racine (William Hurt) en Fuego en el cuerpo (Body Heat) (1981) o Isaac Barr (Richard Gere) en Análisis Final (Final Analysis) (1992). 

Out of the Blue (Deseo Ardiente) se ha estrenado en Prime Video, pero muy bien podría haberse hecho para los cines de 1980 y 1990, cuando el thriller erótico y judicial dominaba las pantallas, con esos dos títulos ya nombrados y otros muchos: Doble Cuerpo (Body Double) (1984), Al filo de la sospecha (Jagged Edge) (1985), Sospechoso (Suspect) (1987), El caso de la viuda negra (Black Widow) (1987), Falso testigo (The Bedroom Window) (1987), Mascarada para un crimen (Masquerade) (1988), Malas influencias (Bad Influence) (1990), Bésame antes de morir (A Kiss Before Dying) (1991), Malice (1993), Sliver (1993), El color de la noche (Color of the Night) (1994) o Juegos salvajes (Wild Things) (1998). Eran buenos tiempos para un tipo de cine y un tipo de género, bueno, malo, regular o muy malo, que ya no tiene sitio en la gran pantalla.

Connor intenta rehabilitarse, pero las cosas se tuercen cuando Marilyn entra en la biblioteca y le pide que le recomiende libros de crimen y misterio. La mujer se lleva dos de James M. Cain, y uno de ellos es El cartero siempre llama dos veces. Como el padre de Ray protagonizó una adaptación al cine de esa novela, uno ya se imagina todo lo que va a venir después. Por si fuera poco, el chico dice en un momento que ha visto La dama de Shanghái (1947) y sabe perfectamente qué es el Twin Oaks Café (la cafetería de gasolinera donde trabaja Lana Turner en la versión de 1946 de El cartero siempre llama dos veces).

La trama de esta película de Neil LaBute, que no es buena ni mala sino todo lo contrario, es la de Fuego en el cuerpo (1981), la obra maestra de Lawrence Kasdan (y su primera película como director). Pero Ray Nicholson no es William Hurt ni, sobre todo, Diane Kruger es Kathleen Turner.

LaBute podía haber sido Kasdan cuando empezó y estrenó sus dos primeras películas, En compañía de hombres (In the Company of Men) (1997) y Amigos y vecinos (Your Friends and Neighbors) (1998), pero se perdió por el camino.

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