Mar Targarona, la cineasta que voló sobre el nido de El Cuco

Es la mujer detrás de El habitante incierto (2004), de Guillem Morales, El Orfanato (2007), de J.A. Bayona, y El cuerpo (2012), de Oriol Paulo. Tres primeras películas de tres grandes cineastas a los que Mar les dio esa oportunidad.

También ha dirigido la extraordinaria Secuestro (2016), un potente thriller escrito por Oriol Paulo, que se mereció mejor suerte, y El fotógrafo de Mauthausen (2018), que fue una de las primeras oportunidades para que Mario Casas demostrase el actor dramático y solvente que lleva dentro.

Ahora, Mar Targarona estrena su quinto largometraje, El Cuco, terror y misterio doméstico, cotidiano, que rinde tributo a La semilla del diablo (1968) y que sigue la estela de las recientes Jaula (2022), de Ignacio Tatay, y Tin & Tina (2023), de Rubin Stein, y otras más lejanas como Musarañas (2014), de Juanfer Andrés y Esteban Roel. Es decir, cine del bueno, curiosamente las cuatro películas hablan de la maternidad y de mujeres atrapadas, para disfrutar con historias para no dormir de lo más inquietantes y personajes atrapados en pesadillas varias. Qué importa lo que diga la crítica especializada, si son tan entretenidas y tan fáciles de ver.

El Cuco empieza como un drama sobre una pareja en crisis y termina… Nada se puede contar de esta película que incluso se atreve con una muy directa referencia a otro clásico inmortal: Psicosis (1960).

Tiene la palabra Mar Targarona.

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